14 octubre 2010

Continua la condena

Armarse de valor es difícil. Reunir el coraje para encarar tus miedos es una cosa complicada.



No es lo mismo tener vértigo y asomarte a un balcón, u odiar las serpientes y acariciar una... que saberte en la calle y preguntar si te van a renovar el contrato.



Adoro el riesgo, me gusta sentir la adrenalina en mis venas, pero hay cosas que me dan tanto pánico que me descomponen la tripa, me hacen temblar o incluso me provocan tartamudeos o mareos... son cosas más inmateriales... pq realmente me duermo viendo pelis de terror, las de freddy son como una nana, el exorcista hace que se centre mi atención, pero de ahi a darme verdadero miedo... miedo es otro tema.



Y de cualquier forma he vivido situaciones en mi vida en las que podría haber sentido miedo de verdad, que me debería haber cegado y al contrario me he mantenido totalmente lúcida y con una sangre fría que me he sorprendido a mi misma... pero eso son otras historias que algún día os contaré.



Lo que realmente me daba miedo ahora era quedarme sin trabajo, que por muy mierda que sea que lo es, y lo seguirá siendo. Pero mi contrato caducó ayer y nadie decía nada. Primero opté por esconderme, por no decir nada. Pero claro las palabras "estas hundiendo la empresa" de boca de mi jefe el día que te termina el contrato no auguran nada bueno... y las horas se convierten en dias y los dias en semanas... me refiero a q estas viviendo en una agonía interminable, y no te atreves a preguntar después de haber recibido esa contestación y que después te enumerasen tus errores desde que llegaste a la empresa uno por uno... y que te exijan responsabilidades qu en tu contrato no figuran... asi que es mejor no arriesgarse, quedarse callado... pero te metes en una espiral de silencio que a la vez te va matando por dentro...



La decisión de preguntar si me iban a renovar me costó una mañana entera de visitas al baño (donde ya por suerte tenemos agua) y aun asi quedó casi para ultima hora, y arrastrando los pies. Mi jefe el majo, prometió preguntarle al otro jefe que pasaba. Me sentía como un reo esperando su sentencia.



Al final tanta historia para descubrir que nadie se había fijado en que mi contrato había expirado (sin pena ni gloria) y que tocaba renovarlo... y se han puesto a ello... vamos que hundiré la empresa, pero al final se cursa mi renovación.



Lo bueno de los malos momentos es que unen. Y gente q no me esperaba ha arrimado su hombro para que llorase. Curioso. El ser humano no me dejará de sorprender nunca.



Y para finalizar contar la ultima de este mi maravilloso y renovado trabajo. Me ha llamado gritando y llamandome de todo menos bonita una compañera de otro departamento... claro, la he dejado desahogarse agusto, pero cuando le he preguntado de que me estaba hablando...se ha dado cuenta que yo no era la persona a quien estaban dirigidas sus iras... me pidio perdon 20 veces y me colgo sin dejarme contestar y llamó a la persona en cuestión con un poco mas de moderación... aun así ¿con el contrato indefinido en esta empresa regalan un bote de mala leche y un megáfono? telita...



Un besazo para todos

1 comentario:

  1. jajajjaja osea ya me queda claro que sigues en la empresa... a veces es mejor decir que te cargas la empresa para lo alavar lo bueno q haces... tan mala no seras no¿? no creo q nadie regale un sueldo a incompetentes asi que....
    besos de oso... y me alegro muchsimo

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